La historia humana ha sido regida por una constante innovación en nuestras herramientas y estilos de vida, pero no fue sino hasta el siglo pasado que tuvo una aceleración importante, con el uso de nuevos materiales comenzó una era totalmente distinta, descubrimos aleaciones más fuertes, más ligeras, más duraderas y económicas; y la industrialización del mundo se expandió en cuestión de unos cuantos años, se crearon y expandieron vías de comunicación que hicieron de un mundo inmenso, un mundo pequeño totalmente conectado entre sí. Y entre todo ese avance y cambios todo se resume a la utilización del petróleo para crear diferentes polímeros, pero ¿hasta dónde alcanzará el petróleo en el planeta? Esa pregunta no tiene respuesta aún, pero de lo que sí estamos seguros es de que el recurso es finito y que hay que tomar medidas precautorias para evitar una crisis mundial futura y por ello el reciclaje de distintos productos crece día a día: ropa, botellas, papel, topes de estacionamiento fabricados en hule, y un sin fin de cosas que una a una pueden significar la diferencia.

Hoy en día ya existen casas de plástico y edificios inteligentes, topes de estacionamiento fabricados en hule y un sinfín de enseres para todo uso que son fabricados a partir de la aleación del árbol hule y el petróleo dando paso a avances más modernos para nuestro estilo de vida.

Y retomando el tema de una casa fabricada en plástico, es la tendencia moderna en muchas cosas, tal vez no una casa sea la mejor opción, pero lo cierto es que el uso del hule es una constante que nos ha llevado de la edad de piedra, a la edad de los polímeros ya que gracias a esto cosas tan normales como los topes de estacionamiento pueden reducir significativamente sus costos de fabricación, así como ofrecer grandes beneficios extras al usuario, como una mayor resistencia a líquidos y aceites, resistencia a los cambios climáticos, etc.

Hoy en día todo mundo tiene un auto, y de hecho en varios hogares hay más de 2 autos por lo cual y no sólo para evitar conflictos vecinales por los límites de espacios para estacionarse a veces es recomendable instalar topes para estacionamiento y así mantener un orden visible para todos; sobre todo en lugares donde podría estorbarse el paso de no contar con una guía visual para estacionar un vehículo.

Evitar problemas con los vecinos por espacios vehiculares es una opción sabia, ya que a nadie le gusta que invadan su espacio de estacionamiento o que por el simple hecho de estacionarse mal ya no permitan el cupo de otro vehículo sobre todo si el espacio es reducido.

Tal vez la mejor manera de evitar estos roces sería la extrema cortesía de la gente, pero previendo la posible ausencia de cortesía en muchos, es mejor delimitar los espacios con topes para estacionamiento que mantendrán muy delimitados los derechos de uso del espacio para autos, y tal vez sea así como se terminen diseñando las casas en un futuro muy cercano, con topes para estacionamiento en cada lugar.

De la misma forma en que muchos no respetan los límites espaciales en las zonas residenciales, también hay quienes en estacionamientos públicos de plazas, oficinas y supermercados acaparan dos lugares o se estacionan en doble fila, sin mencionar también que en ausencia de topes para estacionamiento también le pueden pegar a vehículos estacionados en un perímetro cercano.

En realidad son muchísimas las ventajas de utilizar topes para estacionamiento en cualquier parque vehicular ya que son el equivalente a las franjas blancas que delimitan el tránsito por carril de los vehículos en una autopista, sin esta línea se incrementarían los accidentes ya que no todos tienen la misma facilidad de visualización del espacio en 3 dimensiones.

Proveniente del Náhuatl, el hule es un polímero que puede ser natural o sintético y que también conocemos como caucho y es utilizado en la industria para fabricar una infinita variedad de productos plásticos como pelotas, juguetes, topes de hule, ropa, etc. El hule es un polímero cuyas moléculas llamadas monómeros conforman diversas formas, gracias a ello el hule es elástico, repelente al agua y resistente a la electricidad.

Las maravillas del caucho son muchas, resistencia, elasticidad, maleabilidad, etc. Pero la más noble de todas, si es que el caucho es bien trabajado es su capacidad de reciclaje, y esto es porque en un mundo cuyos recursos naturales se agotan día a día, puede tomarse un producto ya fuera de uso y transformarlo en un producto nuevo.

Hace algunos años aún muchas cosas se hacían de concreto, piedra, madera, y demás. Cosas cuya producción han ido evolucionando y ajustándose no solo a las necesidades del usuario, sino también a las necesidades propias del planeta tierra, para poner un ejemplo hablaré de los topes de estacionamientos cuyo inicio y durante muchos años fue de concreto, estos topes, aunque útiles, se rompían con la fricción y choque de vehículos, se desquebrajaban con los cambios bruscos de temperatura y la humedad, eran pesados y difíciles de instalar y cambiar; hoy en día la mayoría de los estacionamientos están equipados con topes de hule, cuya morfología no sólo ha sido más estudiada para ofrecer máximos beneficios, sino que también son mucho más resistentes y no sufren cambio alguno con los cambios de temperatura, además poseen orificios de instalación ya de fábrica y toda su morfología y colorometría es controlada en su fabricación en una sola pieza, y todo gracias a que los topes de hule son un polímero, mientras que los clásicos topes son de concreto.

Es increíble que la materia prima por excelencia en nuestros días haya provenido de América del sur, aún cuando se estudió en todo el mundo como crear aleaciones más ligeras, resistentes y modernas, el origen de los topes de hule y la civilización como la conocemos se lo debemos a un bosque en Brasil que fue el hogar de nacimiento del caucho.